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Los Muros hablan en las iglesias de Maluenda

Los Muros hablan en las iglesias de Maluenda

Lunes, 16 de Mayo de 2016

Los Muros hablan en las iglesias de Maluenda

Fuente:Heraldo de Aragón 16/05/2016

Son muchos los interrogantes que aún aguarda el patrimonio de Maluenda, como por qué en una localidad con 800 habitantes en 1495 se levantaron prácticamente a la vez tres templos monumentales, o qué llevaría a dedicar uno de ellos a dos santas sevillanas, las hermanas santas alfareras Justa y Rufina.

Pero en pocos lugares como en Maluenda los muros de las iglesias hablan con tanta claridad. Sobre ellos se han contabilizado más de 100 inscripciones, desde 1760 hasta épocas recientes, frases que inmortalizan el paso de feligreses, arreglos en los templos y que revelan usos e incertidumbres de una población agrícola temerosa de que los cielos arruinasen sus cosechas. "Hay tantas inscripciones por la costumbre que ha habido de esconjurar y de tocar las campanas cuando había tormenta, y era cuando se dejaba constancia de estos hechos", explica Jesús Gil, investigador del patrimonio local junto con Silvia Molina y el doctor en Historia del Arte Fabián Mañas.

En la iglesia de San María es donde se encuentran las inscripciones más antiguas, en el interior de la galería de arcos, donde los curas sacaban las reliquias de San Félix y San Florencio y pedían por que avenidas y tronadas no arrasasen con los frutos del esfuerzo de los labriegos. "Cayeron piedras como tejas, 1760" o "Se inundó casi toda la vega" son algunas de las frases que pueden leerse, un auténtico parte meteorológico de hace 300 años.

"En Maluenda se siguen tocando las campanas cuando hay tormenta, desde que se jubiló el antiguo sacristán lo hacen las monjas de las Carmelitas Descalzas -explica Gil-. Yo mismo también subía, tu ibas allí con la intención de esperar el momento en que tocar, cuando veías que la tormenta entraba desde Munébrega", recuerda.

Otras inscripciones, que también se encuentra en la iglesia de Santa Justa y Santa Rufina, hacen alusión a hechos especialmente luctuosos, como el fallecimiento de jóvenes - "El día 18 de agosto de 1892 murió Luis Dueñas y Calvo a los 33 años de edad. Rogad y pedid por su alma", se puede leer en una de ellas-, o también las hay las que hacen alusión a obras menores en los templos hechas por los propios albañiles, una información de mucha utilidad al no estar recogida en los archivos.

"En los meses de septiembre y octubre embaldosó y retejó en esta santa iglesia Ildefonso Pérez, en el año de 1880", se puede leer en otro muro de la iglesia de Santa Justa y Rufina, donde aparecen también referencias al 3 de mayo y del 14 de septiembre, fechas señaladas en la exaltación de la reliquia de la Vera Cruz que antes se exhibía en esta iglesia en el periodo comprendido entre estos días para proteger las cosechas. Ahora se hace en el convento de las Carmelitas Descalzas.

En los muros de Maluenda se encuentran también muchos dibujos, esbozos de retablo, partituras, símbolos... Más modernos son los escritos e incisiones que quedan en la ruinosa e imponente iglesia de San Miguel que durante años fue espacio de juegos de los chiquillos del pueblo, que acabaron también dejando constancia de su paso en las paredes.

"Hay gente que sube ahora a las iglesias y busca la inscripción que puso hace veinte años", comenta Gil, decidido a divulgar este curioso legado a los visitantes e hijos del pueblo en un blog en el que van volcando hallazgos y relatos. "Nuestro objetivo, además de investigar es difundir. Me gusta que, poco a poco, estas inscripciones la gente las relacione con su familia, que son sus abuelos y sus bisabuelos".


 

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Heraldo de Aragón 16/05/2016